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SABERES
COLECTIVOS -
“donde
SABER compartir es un privilegio”
“Los
valores más importantes de tu vida”
Y bueno para dar inicio
a nuestro programa de hoy les diré que en la experiencia del dar hay un
ingrediente importante y que todos ustedes conocen, me refiero a los VALORES,
¿y que son estos?
Todos de alguna manera
los manejamos y los concebimos primero como algo nuestro que forma parte de
nuestra personalidad y de los cuales nos jactamos pero pocas veces practicamos.
Los valores son el grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer
las necesidades siempre que nos proporcionen bienestar o deleite. Son el alcance
del significado o la importancia de una cosa, acción, palabra o frase, que
dominamos para influir en nuestra presencia. Y en este sabersinfin hay muchas
más y mejores definiciones pero nos quedamos con lo expuesto.
Aquí en este asunto de
nuestra personalidad donde los valores le dan forma y donde nosotros
permanecemos atentos a su ejercicio y aplicación, quiero resaltar la
importancia que tiene la figura dimensional del tiempo. El tiempo la cuarta
dimensión y el tema preferido de muchos entre ellos Albert Einstein. Esa medida
que observa el movimiento o la estadía de los objetos animados, vivos o
inertes. Y habiendo todo un tema a desarrollar en referencia al tiempo, en esta
ocasión solo hablaremos de su más elemental subdivisión: pasado, presente y
futuro. En donde a groso modo el pasado ya no existe, el futuro aún no llega y
solo nos quedamos para este programa con el PRESENTE. Este pequeño lapso que
nos permite recapacitar, concientizar, razonar, observar, disfrutar, actuar y
proyectar una intensión en el día a día, bajo el amparo claro está de la
libertad.
Así es, el presente es
ese breve suspiro en continua acción, sobre el que podemos experimentar la vida
con todo su color y calidez. Es el centro y control de mando a donde arriba el
conocimiento cultural de nuestra existencia, gracias a la cual podemos valorar
al pasado. Es aquí en el presente donde trabajamos el plan de vida y la razón
existencial del futuro que deseamos, ese placentero lugar a donde nos dirigimos
y a donde queremos estar en un permanente gozo en presente. Y al resultado de
ese esfuerzo consciente aquí y solo hoy le llamaremos futuro.
Por ello, hablar en
prospectiva sobre nuestra vida como personas, en el ejercicio de nuestro oficio,
no podemos actuar en consecuencia sin saber que hace falta tener valores
definidos y activos.
Planteamiento.-
Quiero hacer patente, antes
de adentrarnos al mundo de los valores, la necesidad de experimentar el
fenómeno de la TRANSFORMACIÓN en nuestra vida diaria y profesional. Y para ello
primero los invito a considerar si se sienten felices y satisfechos o si desean
cambiar o mejorar algo en su vida. Si reconocen estar insatisfechos y desean
cambiar para bien algo, lo primero será estar dispuestos a vencer el miedo al
cambio y así poner a funcionar a favor de ustedes a su cerebro, y esto gracias
a la neurociencia y a la física cuántica.
Así es, cada una de las funciones especializadas y de los
diversos aspectos de nuestro sistema nervioso, bajo el control de la totalidad
de posibilidades con que cuenta nuestra mente, al momento de trabajar con
nuestro propio acervo cultural, es ni más ni menos que el secreto para
establecer un cambio que derive en la transformación de nuestra vida y de
nuestra personalidad, que hará de nuestro presente el campo de cultivo ideal,
para diseñar nuestro futuro en términos de éxito y de satisfacción.
Esto es una transformación que solo podrá darse entrando
a nuestro cerebro y en sí, a nuestros pensamientos. Mismos que habrá que
reconocerlos como prehistóricos para así poder crear una realidad nueva. Es
decir habrá que eliminar los programas viejos, no por malos sino por obsoletos,
pues además de que no nos brindan satisfacción según lo hemos reconocido, lo
único que hacen es limitar nuestro propio desarrollo.
Aquí cabe alertar sobre el acervo cultural que se origina
del conocimiento y de la información con que alimentamos nuestro cerebro, y
decir que no solo se trata de obtener información, esta sobra en bibliografía y
más aún hoy gracias a internet. Se trata de ejercer, practicar, actuar y hacer,
tal como reza el dicho popular: “no lo digas… hazlo”.
Lo anterior se debe manifestar por resultados; de
personas que lo han hecho podemos enunciar a mujeres que no podían quedar
embarazadas de momento lo logran, personas que no podían bajar de peso de
momento comienzan a adelgazar, y así otros casos como falta de dinero,
relaciones de pareja, círculos cerrados, etc., de momento empiezan a resolver a
favor, gracias a que empezamos a controlar el mundo de posibilidades que se
abren en nuestra mente, siempre gracias a ser objeto de un profundo deseo de
transformación.
Todo gracias a la ejecución de nuevos programas diseñados
para cada uno de nosotros con la misma información.
Así es conservar nuestro conocimiento incluso ancestral
pero hacerlo correr con nuevos programas, cual procesador matemático. De lo
contrario es permanecer en una situación, la cual hemos hecho huésped desde la
niñez y por ello no percibimos su influencia dada la costumbre de actuar
siempre igual. Que poco nos ayuda actualmente a desarrollarnos en salud, en
finanzas y en nuestras relaciones sociales y afectivas.
Reitero sobre alertar nuestra conciencia, para no caer en
la ingenua creencia de que todo podrá ser solo gracias a enriquecimiento de
nuestra información y conocimiento. No, eso solo incrementará nuestros datos
duros, pero no influirá en experimentar una transformación, en tanto no
cambiemos los programas que ordenen dicho acervo. Hará falta tener inspiración
y ponerse en modo de acción para
poner al cerebro a funcionar a favor de nosotros.
Por ejemplo: hablemos de mí, yo tengo un problema en mi
vida y ese problema se llama “no soy tan bueno como debería ser”.
Expresión
Simbólica.-
Representará vital para nuestra transformación, el manejo
y control de valores que no solo podamos enumerar en una interminable lista
informativa. Significa que el nuevo programa que ejecutemos en nuestro cerebro,
tiene sus extensiones de aplicación directamente ligadas a valores.
Artística.-
El diseño inmerso en un
género definido por cada programa, es una expresión producto de los
sentimientos, y estos son ese futuro a donde queremos estar más pronto que
tarde, en esa anhelada satisfacción de nuestra vida. El sentir que no se
concibe en el cerebro sino en el corazón, encuentra su realidad cada vez que
actuamos en consecuencia.
Contrapunto.-
La suma del deseo
razonado es en si el actuar del corazón en un vehículo de vanguardia llamado cerebro,
gracias a los nuevos programas alimentados por valores regenerados y vigentes
para nosotros.
Color
Universal.-
Será
siempre una constante de satisfacción y de sentimiento de éxito, al estar en el
camino correcto, pensado, diseñado y puesto en marcha por un concepto de
prospectiva, del cual solo nosotros ahora si seremos responsables. La felicidad
será una experiencia de estado activo y no de anhelo frustrado.
Específico.-
Dependerá
de donde queremos estar desde hoy mismo, es decir un futuro inmediato y no un
futuro inalcanzable. Es aprovechar la fuerza del cerebro que tenemos y elevar
su potencial. Esto es un conocimiento particular que no se muestra en la
escuela ni con los padres, pues en ambos casos se trata de personalidad de
origen. Aquí es deseo consiente y crítico en la dirección acertada.
Artesanal.-
Esta
será una condición individual de interpretación de todos y cada uno de los
conceptos que intervendrán en la transformación de nuestra calidad de vida,
simplemente por algo mejor, y con ello no se califica como vidas sin calidad,
por el contrario, gracias a la existencia de calidad en cada experiencia de
vida, es que se puede concebir una mejora y hacer de esta algo constante.
Valor
Intrínseco.-
Es
concepto será el mismo que tomamos como conocimiento para ser almacenado,
procesado y puesto en acción, para así trabajar en la consecución de nuestra
personal satisfacción.
De Vida.-
Y
así en la experiencia de cambio de
pensamiento e idea en nuestro cerebro, será como habremos de alcanzar la
felicidad. Hacer en si una transformación profunda. No de un simple cambio sino
de un cambio simple. Querer y hacer.
Prospectivo.-
Los
nuevos programas deben ser insertados más allá de la adquisición de solo nueva
información. Saber que existe el bien y el mal, implica que nuestro cerebro
deberá desear estar del lado correcto. Y esto solo puede ser gracias a que el
mal “estar” tiene sus propios límites y fronteras, pero los vicios y la
influencia de intereses ajenos a nuestro propio diseño, nos tienen cautivos de
modo consciente e inconsciente. Debemos captar la nueva forma de interpretar
toda la información que conocemos y así lograr un desarrollo personal.
Agregado.-
Conscientes que nuestros nuevos programas, los alimentaremos
recordando lo que leemos, lo que oímos, lo que vemos y lo que hacemos. Siendo este último el más importante. Pasar de los
normal y ordinario al estado de lo extraordinario producto de lo que se
pretende ahora. Alcanzar el estado de la transformación proviene del interior,
de la energía invertida en ello. Saber que si volvemos a fallar, también
podremos siempre volver a tomar el camino correcto. El cerebro siempre sabrá
transformarse toda la vida, como algo constante, siempre y cuando ese comando
esté incluido en los nuevos programas.
Borrar los pretextos y muletillas a los cuales nos
aferramos por miedo al cambio, cuando no se vive en la voluntad libre valga la
redundancia.
Por millones de años el cerebro ha evolucionado de tal
forma que, hoy se concibe en tres partes, la primera nos ayuda en términos de
protección y salvamento que conocemos como instinto pero que definitivamente
nos ancla al no cambio dado el grado de confort en que podamos estar. Otra
parte es el cerebro emocional, que razona todo lo nuevo que critica y analiza
todas las opciones al momento de un cambio pero inclinándonos a la duda. Por
último tenemos el Neo córtex, que es el cerebro ávido de lo nuevo pero al que
no hemos dado la oportunidad de actuar porque seguimos en el origen de los
anteriores.
Los tres son nuestros, son buenos y son indispensables,
solo que es hora de elegir un nuevo gobernados entre ellos. Es decir llegó la
hora del cambio y la transformación, poner a gobernar nuestras vidas por el
cerebro Neo Córtex y simplemente poner a trabajar a los otros dos para así
experimentar una realidad positiva, que lejos de bloquear nuestra acción
proactiva, nos haga desarrollar ese diseño de vida futura.
Siempre el universo podrá ser amigo o enemigo, el secreto
es saber de que lado queremos estar para recibir los beneficios.
Para iniciar la transformación primero debemos
saber y conocer cuáles son nuestros valores y que es lo más importante en
nuestra vida.
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