martes, 7 de abril de 2015

SABERES COLECTIVOS




- SABERES COLECTIVOS -
“donde SABER compartir es un privilegio”
 
         “Los valores más importantes de tu vida”
 
Y bueno para dar inicio a nuestro programa de hoy les diré que en la experiencia del dar hay un ingrediente importante y que todos ustedes conocen, me refiero a los VALORES, ¿y que son estos?
Todos de alguna manera los manejamos y los concebimos primero como algo nuestro que forma parte de nuestra personalidad y de los cuales nos jactamos pero pocas veces practicamos. Los valores son el grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades siempre que nos proporcionen bienestar o deleite. Son el alcance del significado o la importancia de una cosa, acción, palabra o frase, que dominamos para influir en nuestra presencia. Y en este sabersinfin hay muchas más y mejores definiciones pero nos quedamos con lo expuesto.
Aquí en este asunto de nuestra personalidad donde los valores le dan forma y donde nosotros permanecemos atentos a su ejercicio y aplicación, quiero resaltar la importancia que tiene la figura dimensional del tiempo. El tiempo la cuarta dimensión y el tema preferido de muchos entre ellos Albert Einstein. Esa medida que observa el movimiento o la estadía de los objetos animados, vivos o inertes. Y habiendo todo un tema a desarrollar en referencia al tiempo, en esta ocasión solo hablaremos de su más elemental subdivisión: pasado, presente y futuro. En donde a groso modo el pasado ya no existe, el futuro aún no llega y solo nos quedamos para este programa con el PRESENTE. Este pequeño lapso que nos permite recapacitar, concientizar, razonar, observar, disfrutar, actuar y proyectar una intensión en el día a día, bajo el amparo claro está de la libertad.
Así es, el presente es ese breve suspiro en continua acción, sobre el que podemos experimentar la vida con todo su color y calidez. Es el centro y control de mando a donde arriba el conocimiento cultural de nuestra existencia, gracias a la cual podemos valorar al pasado. Es aquí en el presente donde trabajamos el plan de vida y la razón existencial del futuro que deseamos, ese placentero lugar a donde nos dirigimos y a donde queremos estar en un permanente gozo en presente. Y al resultado de ese esfuerzo consciente aquí y solo hoy le llamaremos futuro.
 
Por ello, hablar en prospectiva sobre nuestra vida como personas, en el ejercicio de nuestro oficio, no podemos actuar en consecuencia sin saber que hace falta tener valores definidos y activos.
          Planteamiento.-
         Quiero hacer patente, antes de adentrarnos al mundo de los valores, la necesidad de experimentar el fenómeno de la TRANSFORMACIÓN en nuestra vida diaria y profesional. Y para ello primero los invito a considerar si se sienten felices y satisfechos o si desean cambiar o mejorar algo en su vida. Si reconocen estar insatisfechos y desean cambiar para bien algo, lo primero será estar dispuestos a vencer el miedo al cambio y así poner a funcionar a favor de ustedes a su cerebro, y esto gracias a la neurociencia y a la física cuántica.
            Así es, cada una de las funciones especializadas y de los diversos aspectos de nuestro sistema nervioso, bajo el control de la totalidad de posibilidades con que cuenta nuestra mente, al momento de trabajar con nuestro propio acervo cultural, es ni más ni menos que el secreto para establecer un cambio que derive en la transformación de nuestra vida y de nuestra personalidad, que hará de nuestro presente el campo de cultivo ideal, para diseñar nuestro futuro en términos de éxito y de satisfacción.
            Esto es una transformación que solo podrá darse entrando a nuestro cerebro y en sí, a nuestros pensamientos. Mismos que habrá que reconocerlos como prehistóricos para así poder crear una realidad nueva. Es decir habrá que eliminar los programas viejos, no por malos sino por obsoletos, pues además de que no nos brindan satisfacción según lo hemos reconocido, lo único que hacen es limitar nuestro propio desarrollo.
            Aquí cabe alertar sobre el acervo cultural que se origina del conocimiento y de la información con que alimentamos nuestro cerebro, y decir que no solo se trata de obtener información, esta sobra en bibliografía y más aún hoy gracias a internet. Se trata de ejercer, practicar, actuar y hacer, tal como reza el dicho popular: “no lo digas… hazlo”.
            Lo anterior se debe manifestar por resultados; de personas que lo han hecho podemos enunciar a mujeres que no podían quedar embarazadas de momento lo logran, personas que no podían bajar de peso de momento comienzan a adelgazar, y así otros casos como falta de dinero, relaciones de pareja, círculos cerrados, etc., de momento empiezan a resolver a favor, gracias a que empezamos a controlar el mundo de posibilidades que se abren en nuestra mente, siempre gracias a ser objeto de un profundo deseo de transformación.
            Todo gracias a la ejecución de nuevos programas diseñados para cada uno de nosotros con la misma información.
            Así es conservar nuestro conocimiento incluso ancestral pero hacerlo correr con nuevos programas, cual procesador matemático. De lo contrario es permanecer en una situación, la cual hemos hecho huésped desde la niñez y por ello no percibimos su influencia dada la costumbre de actuar siempre igual. Que poco nos ayuda actualmente a desarrollarnos en salud, en finanzas y en nuestras relaciones sociales y afectivas.
            Reitero sobre alertar nuestra conciencia, para no caer en la ingenua creencia de que todo podrá ser solo gracias a enriquecimiento de nuestra información y conocimiento. No, eso solo incrementará nuestros datos duros, pero no influirá en experimentar una transformación, en tanto no cambiemos los programas que ordenen dicho acervo. Hará falta tener inspiración y ponerse en modo de acción para poner al cerebro a funcionar a favor de nosotros.
            Por ejemplo: hablemos de mí, yo tengo un problema en mi vida y ese problema se llama “no soy tan bueno como debería ser”.
Expresión
           Simbólica.-
Representará vital para nuestra transformación, el manejo y control de valores que no solo podamos enumerar en una interminable lista informativa. Significa que el nuevo programa que ejecutemos en nuestro cerebro, tiene sus extensiones de aplicación directamente ligadas a valores.
Artística.-
El diseño inmerso en un género definido por cada programa, es una expresión producto de los sentimientos, y estos son ese futuro a donde queremos estar más pronto que tarde, en esa anhelada satisfacción de nuestra vida. El sentir que no se concibe en el cerebro sino en el corazón, encuentra su realidad cada vez que actuamos en consecuencia.
Contrapunto.-
La suma del deseo razonado es en si el actuar del corazón en un vehículo de vanguardia llamado cerebro, gracias a los nuevos programas alimentados por valores regenerados y vigentes para nosotros.   
 
Color
            Universal.-
            Será siempre una constante de satisfacción y de sentimiento de éxito, al estar en el camino correcto, pensado, diseñado y puesto en marcha por un concepto de prospectiva, del cual solo nosotros ahora si seremos responsables. La felicidad será una experiencia de estado activo y no de anhelo frustrado.
             Específico.-
            Dependerá de donde queremos estar desde hoy mismo, es decir un futuro inmediato y no un futuro inalcanzable. Es aprovechar la fuerza del cerebro que tenemos y elevar su potencial. Esto es un conocimiento particular que no se muestra en la escuela ni con los padres, pues en ambos casos se trata de personalidad de origen. Aquí es deseo consiente y crítico en la dirección acertada.   
            Artesanal.-
            Esta será una condición individual de interpretación de todos y cada uno de los conceptos que intervendrán en la transformación de nuestra calidad de vida, simplemente por algo mejor, y con ello no se califica como vidas sin calidad, por el contrario, gracias a la existencia de calidad en cada experiencia de vida, es que se puede concebir una mejora y hacer de esta algo constante.
Valor
            Intrínseco.-
            Es concepto será el mismo que tomamos como conocimiento para ser almacenado, procesado y puesto en acción, para así trabajar en la consecución de nuestra personal satisfacción.
             De Vida.-
            Y así en la experiencia de  cambio de pensamiento e idea en nuestro cerebro, será como habremos de alcanzar la felicidad. Hacer en si una transformación profunda. No de un simple cambio sino de un cambio simple. Querer y hacer. 
             Prospectivo.-
            Los nuevos programas deben ser insertados más allá de la adquisición de solo nueva información. Saber que existe el bien y el mal, implica que nuestro cerebro deberá desear estar del lado correcto. Y esto solo puede ser gracias a que el mal “estar” tiene sus propios límites y fronteras, pero los vicios y la influencia de intereses ajenos a nuestro propio diseño, nos tienen cautivos de modo consciente e inconsciente. Debemos captar la nueva forma de interpretar toda la información que conocemos y así lograr un desarrollo personal.
               Agregado.-
            Conscientes que nuestros nuevos programas, los alimentaremos recordando lo que leemos, lo que oímos, lo que vemos y lo que hacemos. Siendo este último el más importante. Pasar de los normal y ordinario al estado de lo extraordinario producto de lo que se pretende ahora. Alcanzar el estado de la transformación proviene del interior, de la energía invertida en ello. Saber que si volvemos a fallar, también podremos siempre volver a tomar el camino correcto. El cerebro siempre sabrá transformarse toda la vida, como algo constante, siempre y cuando ese comando esté incluido en los nuevos programas.
            Borrar los pretextos y muletillas a los cuales nos aferramos por miedo al cambio, cuando no se vive en la voluntad libre valga la redundancia.
            Por millones de años el cerebro ha evolucionado de tal forma que, hoy se concibe en tres partes, la primera nos ayuda en términos de protección y salvamento que conocemos como instinto pero que definitivamente nos ancla al no cambio dado el grado de confort en que podamos estar. Otra parte es el cerebro emocional, que razona todo lo nuevo que critica y analiza todas las opciones al momento de un cambio pero inclinándonos a la duda. Por último tenemos el Neo córtex, que es el cerebro ávido de lo nuevo pero al que no hemos dado la oportunidad de actuar porque seguimos en el origen de los anteriores.
            Los tres son nuestros, son buenos y son indispensables, solo que es hora de elegir un nuevo gobernados entre ellos. Es decir llegó la hora del cambio y la transformación, poner a gobernar nuestras vidas por el cerebro Neo Córtex y simplemente poner a trabajar a los otros dos para así experimentar una realidad positiva, que lejos de bloquear nuestra acción proactiva, nos haga desarrollar ese diseño de vida futura.
            Siempre el universo podrá ser amigo o enemigo, el secreto es saber de que lado queremos estar para recibir los beneficios.
Para iniciar la transformación primero debemos saber y conocer cuáles son nuestros valores y que es lo más importante en nuestra vida.

 

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